Te presentamos un curso centrado en la actitud y la atención.
Estos dos elementos, en nuestro presente, nos parecen fundamentales.
Somos nuestra actitud, a cada momento y, en realidad, es lo único que tenemos a nuestra disposición.
La atención es el foco de luz que dirigimos al mundo o a nosotros mismos a través del que conocemos y somos conscientes.
Atención y actitud van ligadas y son inseparables.
En nuestro presente, mantenemos una atención fragmentada, poco constante, dispersa y distraída que nos aleja de nosotras mismas y nos impide una actitud serena. Esta actitud fragmentada nos facilita la ansiedad, el malestar, la dispersión, estar alejadas de nosotras mismas o no poder contactar con el mundo (por poner algunos ejemplos).
Por este motivo, hemos querido recuperar una tradición milenaria, la del estoicismo, puesto que es una filosofía basada en el autoconocimiento que se ocupa de ofrecer un camino para acercarnos a una actitud serena.
Lo hacemos integrando nuestra experiencia en la práctica de la meditación, concretamente la del zen, y enriqueciéndola con la práctica del Mindfulness que ha conseguido sistematizar y ofrecer un camino claro y práctico para adquirir la práctica de una atención plena.
A la vez, queremos ser críticos con ambas disciplinas, la estoica y el Mindfulness y, por ello, no hemos querido renunciar a la dimensión crítica respecto a nuestro presente que nos parece indispensable tener en cuenta y, a la vez, a entender que la práctica de una atención serena y plena va más allá de los postulados productivistas de nuestro presente.